Reto Módulo 1
Análisis de desigualdades salariales, ingresos y cohesión social en España (2024)
Este análisis aborda las desigualdades salariales, distribución de ingresos y cohesión social en España, basado en datos del INE (febrero de 2024). Se analizan las diferencias entre hombres y mujeres en salarios, ingresos y riesgo de pobreza.
Principales desigualdades:
Las mujeres tienen salarios medios más bajos. En 2021, el salario más frecuente fue de 14.481,6 euros para mujeres y 19.487,6 euros para hombres (74,3% del masculino). También ganan menos por hora: el salario femenino es el 91,7% del masculino en jornada completa y el 90,4% en jornada parcial.
Según la Encuesta Cuatrienal de Estructura Salarial (2021), el 25% de las mujeres ganaron igual o menos que el SMI, frente al 10,7% de los hombres. Solo el 2,2% de las mujeres ganaron cinco veces más que el SMI, comparado con el 3,9% de los hombres.
Las mujeres predominan en sectores de salarios bajos como la educación y los cuidados, mientras los hombres están en sectores mejor pagados. Además, las mujeres tienen más contratos parciales o temporales, limitando sus ingresos.
Las mujeres mayores de 65 años tienen pensiones más bajas y carreras más cortas, reduciendo sus ingresos. En 2022, la renta media de hombres mayores de 65 años fue de 15.118 euros, frente a 14.481 euros en mujeres.
Los hogares monoparentales liderados por mujeres tienen ingresos más bajos. Según la Encuesta de Condiciones de Vida (2022), estos hogares, especialmente aquellos con mujeres mayores de 65 años, enfrentan mayor vulnerabilidad económica.
En 2022, el 31,3% de las mujeres con estudios primarios o secundarios incompletos estaban en riesgo, comparado con porcentajes menores en aquellas con estudios superiores.
Las mujeres mayores de 65 años en hogares unipersonales tienen un alto riesgo de pobreza. En 2021, el umbral de pobreza en estos hogares fue de 10.088 euros anuales.
A pesar de estar empleadas, las mujeres tienen más riesgo de pobreza debido a empleos mal remunerados o inestables. En 2022, el 10,6% de las mujeres trabajadoras estaban en riesgo de pobreza, frente al 12,8% de los hombres.
Las mujeres son más propensas a la pobreza persistente, es decir, vivir en pobreza varios años consecutivos. En 2022, el 13,3% de las mujeres sufrieron pobreza persistente, frente al 11,8% de los hombres.
Las mujeres, especialmente en hogares monoparentales, según la Encuesta de Condiciones de Vida de 2020, el 7% de las mujeres experimentaron carencias severas, frente al 6,9% de los hombres.
En 2022, el 27,1% de las mujeres estaban en riesgo de pobreza o exclusión social, frente al 25,4% de los hombres. Este indicador refleja ingresos bajos, carencias o vivir en hogares con baja intensidad laboral.
La socialización diferencial orienta a las mujeres hacia sectores como la educación y los cuidados, menos valorados salarialmente. Este fenómeno no es solo una elección personal, sino un reflejo de la subvaloración de trabajos típicamente femeninos, lo que agrava las brechas salariales y refuerza las desigualdades de género.
Estrategias para combatir las desigualdades
Educación en igualdad: Incentivar a niñas a elegir carreras en sectores mejor pagados.
Políticas laborales equitativas: Garantizar igualdad salarial y conciliación laboral.
Apoyo a hogares monoparentales: Ampliar ayudas para reducir su vulnerabilidad.
Reforma de pensiones: Asegurar pensiones adecuadas para mujeres con carreras laborales interrumpidas.
A pesar de los avances, las desigualdades salariales y de ingresos siguen afectando más a las mujeres en España. Es crucial implementar políticas que aborden estas brechas desde la educación hasta la jubilación.